Abortar, ¿a cuál de los bebés?

Mary McClusky

14 de septiembre 2012

 
¿Qué sucede cuando una mujer está embarazada con dos o más hijos, pero solo quiere uno? ¿O los médicos le dicen que aborte uno o más de sus hijos para aumentar las posibilidades de tener un bebé sano?

Los foros de apoyo a la fertilidad están llenos de comentarios sobre esos angustiosos abortos para “reducción selectiva”. “Tenía cuádruples y los reduje a dos. Es desgarrador, por favor reconsidere. . . “. “Mi ER [endocrinólogo reproductivo] me hizo firmar un documento declarando que si la reducción selectiva era lo mejor para mí y los bebés que estaría obligada a completar el procedimiento”. “He visto casos en los que la reducción selectiva causó la pérdida de todos los bebés. Pones en riesgo al bebé (o a los bebés) que deseas conservar, y podrías terminar sin ningún bebé”.

Un médico obligó a una mujer de 37 años de edad que se iba a someter a una fertilización in vitro (FIV) declarar que si sus tres embriones se “daban” tendría un aborto para reducción selectiva. Estos ejemplos impactantes muestran la insensibilidad a los horrores del aborto que han surgido en nuestra nación en los cuarenta años transcurridos desde que el caso Roe vs Wade legalizó el aborto a petición.

El aborto selectivo se realiza generalmente en el primer trimestre del embarazo. Guiado por ultrasonido, se inyecta cloruro de potasio en el corazón del bebé no deseado. Sus restos se descomponen, y pueden ser reabsorbidos por el cuerpo de la madre o permanecer en el útero hasta el parto. El médico que desarrolló este tipo de aborto afirma que no es un aborto, ya que no pone fin al embarazo. Sin embargo, algunas de las mujeres citadas anteriormente conocen la verdad.

Aunque hay quien afirma que los abortos selectivos se realizan para aumentar las posibilidades de que un bebé sea sano, muchos que los buscan dicen que quieren un bebé sano de un determinado sexo, o que no pueden manejar más de un bebé a la vez. Un informe reciente dice que el 78 por ciento se llevó a cabo debido a las anormalidades físicas y mentales del niño. Los abortistas dicen que las “reducciones” van en aumento. Sin duda, la creciente y prácticamente no reglamentada industria de la tecnología reproductiva tiene parte de la culpa.

Cada aborto es irrazonable e innecesario, pero los abortos selectivos inquietan, incluso a los defensores del aborto ya que requiere el reconocimiento de la humanidad de un niño y al mismo tiempo rechaza la humanidad de su hermano. Si estos niños perdieran la vida fuera del útero, lo llamaríamos generocidio o un aborto dirigido a las personas discapacitadas. Llamarlo “aborto”, “reducción” o un “procedimiento médico” no cambia el hecho de que se quita la vida a un ser humano inocente.

Los promotores del aborto pretenden fomentar el derecho de la mujer a “elegir”, pero muchas veces es el médico quien presiona e incluso obliga a una mujer a tener un aborto selectivo. En el caso de dos gemelos sanos, a menudo es el médico quien decide la muerte del bebé “más fácil de alcanzar”.

Mis dos sobrinas gemelas idénticas acaban de partir de casa para su primer semestre de universidad. No me puedo imaginar la vida sin las dos. Ellas no podrían imaginarse la vida la una sin la otra. Muchos no toman en cuenta los efectos de un aborto selectivo en los hermanos que sobreviven. ¿Cómo afectará a los sobrevivientes el descubrir que su hermano o hermana, con quien compartió el vientre, fue abortado a su lado?

Recemos y trabajemos por lograr mayor respeto por la vida y por el fin del aborto. Hasta que llegue ese día, también rezamos por todas las madres que son presionadas a abortar un hijo, y por la esperanza y curación de todos los padres y hermanos que han sufrido tal pérdida.
 


Mary McClusky es coordinadora de proyectos especiales de la Secretaría de Actividades Pro-Vida, Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU. Para obtener más información acerca de las actividades pro vida de los obispos visite www.usccb.org/prolife.