Formación de adultos y pequeñas comunidades de fe compartiendo el tema de Ciudadanos fieles: Sesión A

 

Tema: El llamado a participar en la vida pública

Lectura bíblica y preguntas para el diálogo

Lectura del Evangelio según san Marcos 12:28-34:

Un escriba que los oyó discutir, al ver que les había respondido bien, se acercó y le preguntó: "¿Cuál es el primero de los mandamientos?"

Jesús respondió: "El primero es: Escucha, Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor; y tú amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas.

El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento más grande que estos".

El escriba le dijo: "Muy bien, Maestro, tienes razón al decir que hay un solo Dios y no hay otro más que él, y que amarlo con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo, vale más que todos los holocaustos y todos los sacrificios".

Jesús, al ver que había respondido tan acertadamente, le dijo: "Tú no estás lejos del Reino de Dios". Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

Preguntas para el diálogo:

1. Jesús dice que tanto amar a Dios, como amar al prójimo, acercan a uno al reino de Dios. A veces tenemos tendencia a compartimentar nuestra vida de fe separándola de nuestra actividad en el mundo. ¿Cómo se relaciona la fe con la acción en el mundo? ¿Cómo se relaciona el amor a Dios con el amor al prójimo? ¿Cómo nos ayuda una fe profunda a amar a los demás? ¿Cómo nos afecta espiritualmente el ser compasivos con los demás?

2. La lectura nos enseña que deberíamos amar al prójimo como a nosotros mismos. ¿Cómo se manifestaría nuestro amor por otra persona si de verdad la amáramos como nos amamos a nosotros mismos? ¿Ve a los pobres y a los vulnerables, desde la perspectiva que tiene hoy en día usted del servicio o la caridad, como personas iguales que usted?

3. ¿Qué relación guardan estos dos mandamientos con el concepto de participar en la vida pública?

4. ¿Cómo pueden verse los dos mandamientos como la base de todos los demás mandamientos? Si nuestra sociedad aceptase el "amor al prójimo" como una de las ideas centrales que guiaran las leyes y políticas, ¿Cómo sería de diferente nuestra sociedad?

5. ¿Qué cambios pueden realizar en su propia vida para amar mejor a Dios y al prójimo?

Lectura de Ciudadanos fieles y preguntas para el diálogo

Pasajes de Formando la conciencia para ser ciudadanos fieles: Llamado de los obispos católicos de los Estados Unidos a la responsabilidad política:

Dios es amor, y él desea que ayudemos a construir una "civilización del amor", una civilización en que todos los seres humanos tengan la libertad y la oportunidad de experimentar el amor de Dios y vivir ese amor haciendo un don gratuito de sí mismos unos a otros. El papa Francisco nos anima en Evangelii Gaudium a meditar sobre la

inseparable conexión entre la recepción del anuncio salvífico y un efectivo amor fraterno . . . La Palabra de Dios enseña que en el hermano está la permanente prolongación de la Encarnación para cada uno de nosotros: "Lo que hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, lo hicisteis a mí" (Mt 25:40). Lo que hagamos con los demás tiene una dimensión trascendente: "Con la medida con que midáis, se os medirá" (Mt 7:2); y responde a la misericordia divina con nosotros: "Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados; dad y se os dará  . . . Con la medida con que midáis, se os medirá" (Lc 6:36-38). Lo que expresan estos textos es la absoluta prioridad de la "salida de sí hacia el hermano" como uno de los dos mandamientos principales que fundan toda norma moral y como el signo más claro para discernir acerca del camino de crecimiento espiritual en respuesta a la donación absolutamente gratuita de Dios. (no. 179)

El mandato del amor es "'Id por todo el mundo, anunciad la Buena Noticia a toda la creación' (Mc 16:15)" (Evangelii Gaudium, no. 181). Aquí, continúa el papa Francisco, "la creación quiere decir también todos los aspectos de la vida humana, de manera que 'la misión del anuncio de la Buena Nueva de Jesucristo tiene una destinación universal. Su mandato de caridad abraza todas las dimensiones de la existencia, todas las personas, todos los ambientes de la convivencia y todos los pueblos. Nada de lo humano le puede resultar extraño'" (Evangelii Gaudium, no. 181). Este "mandato" incluye nuestra participación en la vida política (no. 1).

En la Tradición católica, el ser ciudadano fiel es una virtud y la participación en la vida política es una obligación moral. "En cada nación, los habitantes desarrollan la dimensión social de sus vidas configurándose como ciudadanos responsables" (Evangelii Gaudium, no. 220). La obligación de participar en la vida política tiene sus raíces en nuestro compromiso bautismal de seguir a Jesucristo y dar un testimonio cristiano mediante todo lo que hacemos. Como nos recuerda el Catecismo de la Iglesia Católica: "Es necesario que todos participen, cada uno según el lugar que ocupa y el papel que desempeña, en promover el bien común. Este deber es inherente a la dignidad de la persona humana. . . . Los ciudadanos deben cuando sea posible tomar parte activa en la vida pública" (nos. 1913-1915) (no. 13).

Preguntas para el diálogo:

1. Los obispos señalan que la participación en la vida pública es nuestra respuesta a Dios, que es amor. ¿Cómo se relaciona el amor de Dios con nuestra participación política? ¿Qué relaciones ven ustedes que existen entre la lectura del Evangelio de san Marcos y las palabras de los obispos y del papa Francisco?

2. ¿De qué maneras pueden los discípulos de Cristo participar en el proceso político? ¿Han participado ustedes personalmente?

3. ¿Qué obstáculos afrontan ustedes a nivel personal que les dificultan asumir un papel más activo en la vida política?

4. Los obispos señalan que todos tenemos un papel que desempeñar en promover el bien común. En su declaración Cristianos de cada día, los obispos señalaron:

"Somos ejecutivos de empresas y trabajadores agrícolas migrantes, políticos y receptores de asistencia social, educadores y empleados en guarderías, tenderos y granjeros, oficinistas y obreros de fábricas, dirigentes sindicales y dueños de negocios pequeños. Toda nuestra comunidad de fe debe ayudar a los católicos a ser instrumentos de la gracia y poder creativo de Dios en el negocio y la política, en factorías y oficinas, en la escuela y el hogar, y en todos los eventos de la vida diaria. La justicia social y el bienestar común se construyen o se derrumban día a día en las innumerables decisiones y opciones que tomamos".

¿En qué área está el trabajo de ustedes, y cómo pueden promover el bien común a través de ese trabajo?

5. ¿De qué maneras pueden ustedes ayudar a construir una sociedad en la que se respete la dignidad de toda vida humana?